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Centro de exposiciones

Milán, Italia.
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Se propone como lugar de trabajo el barrio de Porta Ticinese en Milán. Barrio caracterizado por la uniformidad del sustrato gótico, en el que destacan dos monumentos: la Iglesia de San Lorenzo y la Basílica de Sant`Eustorgio, con su doble claustro parcialmente destruido en su límite. El proyecto se sitúa entre el límite roto del segundo claustro de la Basílica y su extensión hacia el gran parque urbano adyacente. Resuelve la articulación  urbana entre el Claustro de Sant`Eustorgio, el Parque delle Basiliche y el Corso di Porta Ticinese. Se proyecta un centro de exposiciones y actividades urbanas.

 

La idea inicial de proyecto es generar un edificio que por un lado, niegue la edificación existente, las medianeras de los edificios, con una piel que dialogue mediante quiebros con la irregularidad de esa trasera, generando un espacio digno del que poder disfrutar las viviendas de esa manzana y el edificio proyectado. Se genera una zona de cultivos ecológicos con acceso privado tanto desde las viviendas como desde la cafetería y punto de venta de los productos, generando una actividad urbana y una productividad.

Por otro lado, la piel opuesta es permeable abriéndose al parque existente y al claustro, relacionándose con su entorno y creciendo hacia él. Disfrutando del espacio abierto e intentando mimetizarse con su naturaleza mediante una fachada abierta con lamas verticales de madera.

 

El muro ciego alberga las zonas de servicio, instalaciones, mantenimiento, etc. Consiguiendo así, una planta libre donde se desarrolla el resto del programa de centro de barrio y zona expositiva. El Museo Diocesano, los talleres y la zona de documentación se sitúan en el claustro abierto,el cuál se incomunica con el otro claustro y  se abre la zona de las arcadas con grandes ventanales desde los que poder disfrutar del espacio abierto y por el contrario, observar la actividad generada en su interior (talleres).

Se dispone un ritmo estructural de crujías con una separación de 2,50m para generar uniformidad y en los que disponer paneles separadores de estancia, donde dependiendo de la situación de los paneles y de los huecos abiertos se consiguen diferentes espacios partiendo de un mismo ritmo. Éstos paneles son translúcidos para generar movimiento e intuir las actividades relacionadas. En la zona expositiva son móviles produciendo versatilidad.

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